sábado, 11 de abril de 2009


El ministro de Salud bonaerense, Claudio Zin, aseguró hoy que se "sospecha que hay una decena de casos autóctonos" de dengue en la provincia y garantizó que el sistema sanitario "está preparado", para afrontar la situación. Según los últimos datos arrojados, ya son 52 los casos positivos en la Ciudad, de los que se sospecha que doce serían autóctonos y que están siendo analizados.Sin embargo, una fuente cercana al ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, le explicó a Clarín.com que el funcionario "no prestará declaraciones hasta que no se tengan los resultados definitivos de Pergamino", ya que -según explicó-, "todas las personas que padecen los síntomas son consideradas como afectadas hasta que no se demuestre lo contrario". "No queremos alarmar a la gente y generar una psicosis social sin pruebas fehacientes", sostuvo el vocero del ministro.Por su parte, Claudio Zin, destacó en declaraciones a radio Mitre que "todo está listo" para atender la demanda por los casos de dengue y opinó que "era inevitable que la enfermedad llegara". "De hecho, el año pasado hemos tenido casos de dengue importados en la Provincia de Buenos Aires, provenientes del sur de Brasil, de Bolivia y del Paraguay", puntualizó.A pesar de ello, destacó que "Formosa tiene una cantidad muy pequeña de casos, al igual que Misiones, al ser provincias fronterizas". Además, consideró que si se confirma la aparición de casos autóctonos de dengue "no cambia la estrategia de prevención, pero hay que poner mucho más énfasis en las campañas, porque la posibilidad de que alguien padezca la enfermedad es mucho mayor".

com 81 años falleció´ hoy una escritora española colin tellano


La escritora Corín Tellado murió hoy en la ciudad española de Gijón a los 81 años, informó el Hospital de Cabueñes, donde se hallaba internada.María del Socorro Tellado López, tal es su nombre completo, era la autora en español más leída después de Miguel de Cervantes. Nació en Viavélez, Asturias, el 25 de abril de 1926.Durante su vida publicó más de 4000 novelas románticas, de las que vendió 400 millones de ejemplares.El funeral se celebrará el lunes, a las 17, en la parroquia gijonesa de La Inmaculada, según informaron fuentes del tanatorio de Cabueñes que citan los medios españoles. La capilla ardiente de la novelista asturiana ya está instalada allí.Corín Tellado era hija de una ama de casa y un maquinista de la marina mercante. Fue la única mujer de cinco hermanos y comenzó a interesarse por la literatura en edad escolar.Tras la muerte de su padre en 1945 comenzaron las dificultades económicas para su familia, por lo que empezó a publicar las que se transformarían en famosas novelas románticas, con Atrevida apuesta , editada por Bruguera.Un año más tarde, la editorial la incluyó en su nómina de escritores y le encargaba una novela corta por semana. En 1948 regresó de Cádiz, donde vivía en ese entonces, a Viavélez, con su madre, y en 1951 se trasladó a Gijón, donde viviría hasta su fallecimiento. En 1959 se casó con Domingo Egusquizaga, con quien tuvo dos hijos, Begoña y Domingo. Sin embargo, tres años después del matrimonio se divorció.En 1966 comenzó a publicar Corín Ilustrada , una colección de fotonovelas cuya primera edición logró vender 750.000 ejemplares en una semana. Algunas de sus novelas han sido también llevadas a la gran pantalla, como Tengo que abandonarte (1970), película inspirada en una novela suya y dirigida por Antonio del Amo.En 1973 se vio obligada a volver a Bruguera, editorial que había abandonado pese a haber firmado un contrato de exclusividad, tras un largo proceso judicial. Trabajó allí hasta que la empresa desapareció en 1986, cuando recuperó su independencia. En 1991 publicó su primera novela larga y su favorita, Lucha oculta

Raúl Alfonsín, el primer presidente de la última etapa democrática argentina, murió ayer en su departamento de Barrio Norte, en la ciudad de Buenos Aires. Tenía 82 años y sufría de cáncer de pulmón con metástasis ósea, un cuadro que desde el fin de semana se había complicado por una neumonía broncoaspirativa.
Alfonsín murió mientras dormía, acompañado por sus familiares más cercanos: sus hermanos, sus hijos y algunos de sus nietos.
La presidenta Cristina Kirchner ordenó anoche, desde Londres, que se declaren tres días de duelo nacional, y el vicepresidente Julio Cobos, a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje oficial, firmó el decreto que así lo establece. Además, Néstor Kirchner y el jefe de Gabinete, Sergio Massa, le expresaron telefónicamente sus condolencias a Ricardo Alfonsín, uno de los hijos del ex presidente.
Los restos del líder radical serán llevados al Salón Azul del Congreso a las 8. A partir de las 10, el público podrá darle el último adiós. El ingreso será por la explanada de la esquina de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos.
El funeral está previsto para el mediodía del jueves, después de un cortejo fúnebre que llevará sus restos en una cureña desde el Congreso hasta el cementerio de la Recoleta. Los restos de Alfonsín descansarán en la bóveda de los Caídos en la Revolución de 1890, hasta que esté listo un mausoleo que se prepara para albergarlos. Su último día
Después de un día sin mejorías que hacía prever lo peor, a las 21 el médico de Alfonsín, Alberto Sadler, anunció oficialmente que el ex presidente había muerto a las 20.30.
"Falleció tranquilo en su domicilio. Estaba dormido, con deterioro sensorial", explicó Sadler. "Todo ocurrió con suma tranquilidad, con todos sus familiares alrededor", contó el médico, que había llegado para su visita de la noche y lo atendió en sus últimos momentos.
Dos horas antes, Ricardo Alfonsín había confiado a La Nacion la preocupación familiar porque el ex presidente no mejoraba. "Estamos muy preocupados porque esta vez no responde al tratamiento con antibióticos", había adelantado.
En el quinto piso del edificio de avenida Santa Fe al 1600, donde el caudillo radical tiene sus oficinas, no paraban de sonar los teléfonos. Los ex presidentes de Brasil José Sarney y de Uruguay Julio María Sanguinetti eran sólo dos de los que pedían noticias de la salud de su amigo.
Más arriba, en el octavo piso, donde se ubica la vivienda de Alfonsín, sus hijos y hermanos recibían en el hall a los que llegaban a visitarlo. Entre ellos estuvieron el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner; el presidente de la UCR, Gerardo Morales; el actor y dirigente radical Luis Brandoni; el vocero presidencial de la Alianza, Juan Pablo Baylac, y monseñor Justo Laguna, el único que pudo verlo.
"Estaba consciente, me agarró fuerte la mano y no me soltaba", contó por la mañana. Después de eso, Alfonsín (tratado con morfina para resistir los fuertes dolores y con oxígeno para poder respirar) no volvió a despertarse.
Cuando se conoció la noticia del deceso, Cobos, Morales, dirigentes de la UCR y del alfonsinismo, y hasta el peronista Felipe Solá llegaron para dar sus condolencias a la familia.
En la calle, una multitud lloraba al hombre que había encarnado el regreso de la democracia después de la dictadura.

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